jueves, 3 de mayo de 2012

Sueños VI

Al día siguiente Paula apareció. Vestido amplio con un estampado de flores que me recordaba a la época de los sesenta y a la vez a Francia, amaba Francia, un país tan elegante, un idioma tan bonito, tan digno. Los Campos Elíseos , el Arco del Triunfo, y sólo hablo de París! ¿Qué ciudad representa mejor el espíritu Europeo que París?. Paula estaba enfrente de mí, cabizbaja y apagada. Yo  estaba haciéndome el duro, nunca me había funcionado, y siempre que lo hacía acababa por joder todo lo que tenía con ella. La dejé pasar.
-No te puedo prometer seguridad Jordi. Yo no.- Comenzó hablando.
-Lo sé.- Respondí escuetamente.
-Te puedo prometer que cada segundo que esté contigo será real, será tangible, y lo sentiré como si fues...- Volvía a caer entre sus brazos, bueno , sus labios. Qué débil soy, qué dúctil, tan maleable, tan sentimental. Maldito corazón. Maldito otoño.
-No te puedo prometer que seas feliz, ni que vayas a querer estar siempre a mi lado. Te puedo prometer que cada uno de tus sueños los inventaré para ti. Cada cosas que sueñes se hará realidad.

1 comentario:

  1. ''Te puedo prometer que cada uno de tus sueños los inventaré para ti''. Oiiiiiiiiiii xiquet, q bunica aquesta :)

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