miércoles, 2 de mayo de 2012

Sueños IV

De vuelta a casa íbamos hablando sobre nuestra juventud, sobre algo que a ella no le gustaba , sobre los porqués , sobre qué nos pasó. Y a mí no me salían respuestas, y ella no me las quería dar. Yo siempre había supuesto que tuvo miedo , que le pasó algo, quizás la agobié, sí! eso fue, la agobié , ¿O tal vez no?. Nunca llegué a saber los porqués. Ahora , diez años después ya me daban igual, yo seguía queriéndola, pero ahora estaba Eva, que iba a hacer con ella, también la quería, y era algo seguro que tenía ahí, si no la cagaba. Pero, ¿realmente lo seguro es lo que queremos? yo, desde luego prefería vivir en la incertidumbre, prefería tener dos meses cada diez años, a no estar nunca con ella, para mí era suficiente, aunque desesperante. Y todo esto lo pensaba y se lo decía mientras andábamos, ella atónita y, yo creo, sorprendida por lo que decía y por mi locura. En el fondo esa locura era muy cuerda, yo había pasado horas pensando en eso, en si me era rentable pasarme tardes y tardes llorando por ella y más tarde , tardes y tardes pensando en ella, hubo un momento en que ya no pensaba en ella y una canción hacía que todo se volviese cíclico y volviesen las horas meditativas. Y yo , en realidad, era feliz, no tenía ninguna queja, y si estaba con ella , como ahora lo era todavía más.
-¿Estás segura esta vez?- Me atreví a preguntar al fin.
-No, nunca lo he estado contigo, bueno, cuando estoy contigo sí, cuando me dejas en mi casa, pienso y pienso y pienso, y todo es confuso. Me gustas, te quiero, pero, ¿es suficiente? O hace falta algo más, algo como el destino, o el tiempo. Ahora mismo estoy segura, pero mañana...
-Qué más da el mañana, déjate llevar. -Le repetí esas palabras que le sonaban a viejas, y así era, me pasé el tiempo que estuve con ella diciéndoselo y nunca me cansaba, porque realmente lo pensaba.
Me besó , me cogió de la mano y me apoyó contra la persiana de aquella tienda por la que pasábamos, ahora cerrada dada la intempestiva hora. La aparté y le dije que me tenía que ir, no podía hacerle esto otra vez a Eva. Aunque quisiera con toda mi alma.

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