miércoles, 2 de mayo de 2012

Poemas en el bar.

Tenía que cambiar ese aspecto tan pútrido del bar. Por suerte para mí, era un hombre algo ingenioso, y busqué darle un toque algo extravagante , decidí empapelar cada una de las paredes con mis poemas favoritos, Garcilaso, Jorge Manrique, Bécquer, Ángel González, Claudio Rodríguez y algunos de propia producción , mi recuento fue de casi un millón de poemas, distribuidos por cada pared. Pensé en cambiar el nombre al bar , pero deseché enseguida esa idea, como iba a hacer eso, ya me dolía cambiar su imagen. No quería cambiar nada más. Todo esto lo hice a espaldas de Olga en unos días que le dí libres. Cuando llegó sus ojos brillaban y su cara mostraba tal perplejidad que sólo es comparable con la vista que tendríamos de la tierra desde el espacio, o que el amor de tu vida volviese contigo después de un largo adiós, o tal vez encontrar la felicidad. Desde luego esa era su cara, su tinte se había marchado ya, menos mal, no me gustan las pelirrojas tintadas. Su color volvía a ser el de siempre. La veía feliz, y yo no había pensando en otra cosa que en ella. Me gustaba realmente, no quiero hablar de amor, ya no, el amor se marchó de mí con ella, pero siendo sincero Olga me encantaba.
-Vaya ,vaya. Mira quién ha vuelto.- Le dije con una sonrisa
-Mira , mira. Qué intelectual tengo ante mí.- Ambos estallamos a carcajadas. Era feliz con ella, eso era innegable. 
La besé. Me besó. Le quité la camiseta. Me la quitó. Mientras me besaba yo iba leyendo los poemas que hacía apenas dos horas había colocado."Libremente, con la libertad del amor" me guiaba Luís Cernuda , más abajo me guiaba Antonio Machado "Yo voy soñando caminos de la tarde". Besé sus labios y cerré los ojos, dejando que mis sentidos se apoderaran de mi cuerpo, de su alma , de sus labios. Mis manos se enredaban entre sus piernas. 
-Ah!- Se oyó un gemido. 
Volví a abrir los ojos. Ahora me acompañaban en este camino Béquer y sus rimas, y su Rima XXIV y por un momento me sentí identificado. Seguía devorando poemas a la misma velocidad que la devoraba a ella, es decir , lento, saboreando cada bocado y cada beso. En este último camino me acompañaba Rafael Alberti "Sienten, y cuando sienten parece que están sólos." Sin duda fue el mejor polvo de mi vida. Jamás había sentido tanto y jamás había disfrutado tanto. Al acabar mis ojos se fueron a sus senos que, al estar acostados caían con gracia gracias a ese fenómeno que llamamos fuerza de gravedad, yo , un poco más humilde le llamo "lo que hace que no nos caigamos" y eso que era un chico de ciencias, pero jamás me gustaron las definiciones, la vida no tiene definiciones , sólo se vive, sólo se disfruta, se goza , se saborea, la vida pasa tan rápido que si no la muerdes se te escapa. Lo peor de esto es que muy poca gente se para a disfrutarla en todos sus ámbitos, la gente va de aquí para allá , con sus teléfonos móviles, hablando con sus empresas, ganando dinero para tener una bonita tumba que, por desgracia, nunca llegará a verla. Mis ojos subieron ahora a encontrarse con los suyos y ¡joder! siempre me perdía en ellos, me adentraba en sus profundidades y me quedaba allí , hasta que me despertaba con un beso en los labios.

Vaya , me toca volver a hablar de amor.

2 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Solo pasaba por aquí y me he parado a leer. Realmente me ha encantado así que pensé que podría seguirte y continuar haciéndolo!

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  2. Jajajaja Muchísimas gracias! espero que te gusten las demás entradas :)

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