Preparé una sencilla mochila , con un par de mudas y con todo mi dinero. Y me dispuse a ir al bar Apache, a despedirme con una cerveza, que me refrescara la garganta y a la vez me aclarara los ojos. Lo que me encontré fue algo ... terrible. El bar estaba cerrado, y no era eso lo terrible, y en la puerta una nota que decía esto: " Cerrado por defunción". Me temí lo peor, fui al tanatorio y allí la vi, no era Olga. Pero ella se acababa de quedar sin trabajo, era Jorge , el dueño del bar Apache.
Olga estaba desecha, apagada. Y yo estaba en un estado de perplejidad , Jorge era un chico joven, 43 años y con mucha vida por delante, dijeron que fue un infarto. Eso es lo de menos. Yo tenía un poco de contacto con él, era un poco arisco, pero buena persona y con una mirada que me hacía saber que había pasado por lo que pasaba yo. Siempre estuve seguro de que le ayudo el bar Apache a salir de aquella pesadilla que vivió, que fue su verdadera salvación de una vida donde no se salvan ni las ratas ni las cucarachas ni los mismísimos gérmenes.
En el testamento ponía que yo me quedaba con el bar. Cito palabras textuales "Para don Carlos Sempere Carax: el Bar Apache que , como a mí me pasó, estoy seguro de que le traerá más de un buen momento y hará que deje atrás todos esos tiempos peores y oscuros, de largos ratos sumergidos en una mente que tan solo revolvía los recuerdos, haciendo que viviese en un pasado trágico e irreal y no viendo y viviendo un presente ,aunque igualmente trágico, real." No diré que me abrió los ojos , en aquel momento no lo hizo, pero sí que fue el comienzo de mi nueva y real vida.
Mi primer acto como nuevo dueño del bar Apache fue contratar a aquella chica de ojos verdes y pelo negro como la antracita llamada Olga, íbamos a llevar el bar Apache. La catarsis que buscaba yéndome la encontre en el bar, en el bar donde ahogaba mis penas y hundía mi mente en mis oscuros pensamientos manteniéndola ocupada. Ahora ese bar haría un efecto algo similar, me mantendría ocupado y embelesado por esa magia que lo rodeaba. Lo que no sabía es que si que había algo mágico en aquel bar y que muy pronto iba a descubrir.
Me encaaaaaantaaaaaaaaaaaaa! :D
ResponderEliminarMolt bé y molt bé!
Un beset!