sábado, 31 de marzo de 2012

Sin ser, me vuelvo duro como una roca.

Nadie me entiende mejor que EXTREMODURO
Y me busco en la memoria el rincón
donde perdí la razón.
Y la encuentro donde se me perdió,
cuando dijiste que no.

Sin ser,
me vuelvo duro como una roca,
si no puedo acercarme
ni oír
los versos que me dicta esa boca;
y ahora que ya no hay nada,
ni dar
la parte de dar que a mí me toca.
Por eso no he dejado de andar

buscando mi destino,
viviendo en diferido,
sin ser, ni oír, ni dar.

Y a cobro revertido
quisiera hablar contigo,
y, así, sintonizar.

Para contarte
que quisiera ser un perro y oliscarte,
y vivir como animal que no se altera,
tumbado al sol lamiéndose la breva,
sin la necesidad de preguntarse
si vengativos dioses nos condenarán,
si, por Tutatis,
el cielo sobre nuestras cabezas caerá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario