Os propongo un ejercicio de imaginación. Imaginemos por un momento que todo el mundo tiene conciencia, ¿qué es la conciencia? es el saber actuar con tu propia ética y tu propio saber para hacer el bien a una sociedad. Imaginemos que todos la tenemos, porqué si no lo hacemos será muy difícil este ejercicio.
Iré desde el más bajo escalón hasta el más alto. Si somos personas con conciencia no necesitaremos a nadie para que nos mande, es decir, no necesitaremos a la policía porque, claro está, nos regiremos por la moral.Pero además no sería necesario que nadie nos gobernase, dado que somos lo suficientemente conscientes de que cosas se deben hacer y cuales no. Bien , ahora lo trasladaremos a un escalón mayor, si el pueblo es consciente no necesitará ni gobierno ni policía ni nada que pueda controlarlo, porque, obvio es, que el mismo se autocontrola. Volvamos a subir otro escalón. No hará falta limitar fronteras ni dar nombre a un país, tampoco harán falta banderas, desde mi punto de vista una nación sólo coarta la libertad e inflige normas morales para que nuestra conciencia como individuos y como sociedad no llegue a realizarse. A escala global podemos deducir que tampoco hará falta que existan controles, dado que si somos conscientes no habría porque temer ni un atentado ni nada. Por lo que podemos concluir que si somos individuos conscientes el estado no hace más que limitar nuestra libertad y atarnos las manos, es innecesario y nocivo para la misma sociedad.
Ahora bien, imaginemos que no somos conscientes, si no somos conscientes porqué debería de gobernarme alguien que tampoco lo es. ¿Acaso es más que yo? ¿Por que nos imponen su parecer si están tan equivocados como nosotros? El control de la sociedad tan solo la hace más vulnerable a las elecciones de unos pocos que han llegado a donde están por una cuestión de suerte , en la cual podríamos estar nosotros si hubiésemos tenido suerte.
Si somos lo suficientemente conscientes como para gobernarnos nosotros mismos , ¿Por qué necesitamos que nos gobiernen? Y , por el contrario, si no somos lo suficientemente conscientes ¿Por qué nos han de gobernar nuestros iguales?
¿Qué es peor, el infierno o la nada? Quema los museos, límpiate el culo con la Mona Lisa, para que al menos Dios aprenda tu nombre.
viernes, 27 de enero de 2012
lunes, 23 de enero de 2012
Fight Club
Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida esta tan vacia que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿o te impresiona tanto la autoridad que concedes credito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿lees todo lo que te dicen que leas? ¿Piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿Compras todo lo que te dicen que necesistas? Sal de tu casa, Busca a alguien del sexo opuesto. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estas vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadistica. Estas avisado...
Tyler.
Tyler.
domingo, 22 de enero de 2012
Ella hacía de los eneros primaveras.
Ella hacía de los eneros primaveras. Ella era el Sol que alumbraba la caverna donde habita, le daba sentido a mi vida. Pero se marcho.
Nos conocimos en el primer año de universidad , ella estudiaba Periodismo y yo Historia. No conocía esa sensación. La sensación de sentirte vivo y , a la vez , de miedo , de un miedo tan fuerte que el corazón se acelera hasta su límite, y se mantiene ahí hasta que ella pasa y sólo deja el rastro de su olor. Ella creaba esas sensaciones, y lo hacía con todos. ¿ Por qué debería fijarse en mí? Un simple estudiante de Historia, ni feo ni guapo, ni alto ni bajo, quizás un poco complicado , lo cual me hacía menos atractivo, nadie quiere complicarse a esa edad. Además era tímido, incapaz de acercarme, incapaz de saludarla, y como es obvio incapaz de mantener una charla. Ella vio en este cúmulo de desperfectos algo , que sólo ven unos pocos.
Yo solía soñar con ella, por la noche y por el día. Vivía en un constante sueño en el que su olor era el principal protagonista. Sólo nos cruzábamos miradas en los pasillos y en la biblioteca, donde comenzó todo.
Eran los exámenes finales del primer semestre y la biblioteca estaba rebosante de estudiantes y de libros abiertos. El olor de las neuronas corría por cada pasillo, y la luz que generaba la biblioteca era visible incluso a varios kilómetros. Yo sentado en una mesa donde estaba otra silla libre. Y ella que acababa de entrar por la puerta. Sí , se sentó a mi lado. Y al mismo tiempo que ella se sentaba yo entraba en el trance de su olor. Comenzaba el vaivén de sensaciones, ella a mi lado y yo en mi mundo. Como no ella fue la que me trajo al suyo.
-¿Qué estudias?- Me susurró.
-Historia, ¿y tú?- Contesté con el poco aire que tenía.
Así comenzó. Después fuimos al bar, donde ahora , 3 años después estoy, el bar Apache.
martes, 17 de enero de 2012
El hombre es el único animal que necesita escribir su historia para recordarla. Cuando nace no sabe absolutamente nada. Moriría si no aprendiera a vivir. La raza humana es la única en la naturaleza que no transmite ninguna información innata que vaya más allá de la de lo puramente genético. Carece de auténticos instintos. No durará mucho.
Porque¿quién escribe la historia? Nunca los vencidos , los despojados, los sometidos.Por eso por ejemplo , las guerras -cuando acaban, y pasa el tiempo- dejan en la memoria colectiva un poso en el que se adivina el inconfundible sabor de la victoria: esfuerzo por recompensa, sufrimiento con premio , dolor que termina, que se olvida.
¡Qué distinta hubiese sido la historia de la humanidad si sólo se hubiese escuchado a los perdedores!
Tampoco escribimos la historia los ignorados, los que no existimos , los que no tenemos voz, los que, en definitiva, no contamos. Y me incluyo por que la mía es una de esas historia que escribirán otros. No contarán cómo se quebró mi espíritu, ni cómo lloré la pérdida de todos mis amigos. Nadie hablará del dolor de los míos, del miedo.
viernes, 13 de enero de 2012
Bar Apache
Tirado en la barra del bar Apache, en la quinta calle hacia
el norte contando desde la iglesia, bebía penas con hielo, de esas que
ennegrecen del más oscuro carbón el corazón.
Tiempo atrás , yo , había conseguido vivir, no bien, no mal,
vivir. Ahora sentado en un taburete ,del cual tambaleaban dos patas, me mecía
en un vaivén en el que lo único que llenaba mi pasado eran esas penas
embriagadoras, fríamente embriagadoras. Pasó el tiempo , una o dos horas y yo
allí seguía , al vaivén de las penas , ahogandome en los recuerdos de mi vida.
No sé cómo ni cuándo acabé en mi cuarto, la cuestión no era
esa, era que iba a ser otro día más en este purgatorio eterno que llaman
pensamiento. No sé porqué me volvió a llamar ni porqué , inconscientemente cogí
el teléfono.
-
Carlos, ¿Cómo estás?- Dijo , con un tono apagado y
aparentemente eñorando mis palabras perdidas en el tiempo, como si hubiese
estado llorando durante toda la noche.
-
¿Cómo quieres que esté?-Le devolví la pregunta- Después
de todo esto...- Dije
Casi sin fuerzas , un nudo en mi garganta me asfixiaba , un
nudo indescriptible , que llegaba hasta mi corazón lo arrancaba , torcía
dirección mi alma y la encadenaba al solar de penas que un día ella dejó. La
fuerza de mis palabras se pasaban al tembleque de mis manos , y aquí se perdía
en el espacio.
Todavía al teléfono
ella dijo.
-Mal…- No pude escuchar más, ésa sílaba me volvió a matar ,
colgué y volví a la cama , donde no debí salir.
Pasaron tantas horas que no soy capaz ni de decir cuanto
tiempo pasó, quizás incluso días, sólo me levantaba para beber, comer algo,
mear y cagar lo poco que había comido. Mi aspecto tras éste affair con la
depresión más oscura no tenía ni una pizca de lo que en su día fue. Decidí, en
un alarde de autoestima, afeitarme y ducharme, como primer paso hacia la
reconciliación con el mundo. Me duché , y en la ducha las penas que antes
intentaba ahogar con alcohol ahora se ahogaban con agua ardiendo, algo que agradecí , cuando salí todavía
mojado de las penas , emprendí el camino hacia el armario donde guardaba la
maquinilla, la hoja, ya oxidada del desuso , era inservible , menos mal , que
solo me quedaba un recambio. Mi barba antes con las migas de las comidas
anteriores ahora relucía negra como el carbón más antiguo de la tierra, comencé
a afeitarme las mejillas y el cuello, al final de esta operación tan exitosa
como la que realiza un cirujano al intervenir al paciente, mi cara quedó
despejada y dibujada por un simple bigote , que me recordaba a mi difunto
padre, ahora, sólo quedaba un cambio , un cambio gigante.
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